Sylvie Fleury





Un deseo satisfecho, despierta nuevos deseos.
Ahí se centra la obra de esta artista suiza, que se define a sí misma como amante de los objetos de consumo, empleando la ironía para ridiculizar esos deseos permanentes de conducir un poco más rápido, tener alguna cosa más, ser un poco más guapo al precio que sea hasta conseguir unos cuerpos tirando a insulsos.
Sus Shopping Bags (Bolsas de la compra) fue la obra que la puso en el punto de mira del mundo del arte a principios de los años 90. Como explica Barbara Hess, autora del artículo que se dedica a Fleury en el libro Mujeres artistas de los siglos XX y XXI editado por Taschen, se trata de un “montaje con bolsos de marca que parecían haber quedado olvidados en el suelo de la galería después de un día de compras. El contenido estaba recubierto con telas selectas, de modo que los bolsos parecían aún más enigmáticos y fascinantes.”
"No es ni ejercer una crítica a la sociedad de consumo ni destacar la belleza de sus productos, sino estudiar el mecanismo que permite comercializar su imagen" dice la artista Sylvie Fleury nacida en Ginebra-Suiza inaugura por primera vez el 5 de junio una exposición individual en la Galería Almine Rech de Bruselas.Ropa y accesorios de lujo, el mundo de la Fórmula 1, renovados iconos del arte moderno y contemporáneo (de Piet Mondrian a Andy Warhol o John McCracken), portadas de revistas y objetos descomunales: Sylvie Fleury ha desarrollado un lenguaje formal que es más complejo y desconcertante .

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