Cindy Sherman

1954Nacida en New Jersey USA.





En una primera etapa Cindy Sherman iniciará una serie de retratos fotográficos que rompen el modelo tradicional, porque trascienden al sujeto retratado, convirtiéndolos en pretextos con los que representar estados de ánimo o emociones, así como estereotipos de mujeres, que representa con humor e ironía. Son sus famosas film stills o “fotos fijas”, también conocidas como “películas congeladas” , en las que muchas veces la retratada es ella misma pero transfigurada en ama de casa, en prostituta, secretaria, actriz o bailarina, es decir en arquetipos de mujer que ella reproduce siempre en blanco y negro, en fotos de pequeño tamaño y en entornos de las décadas de los años cuarenta, cincuenta y sesenta, en los que esos arquetipos se afirman de forma más estereotipada. Pero ese humor con el que trata sus retratos de la primera fase pronto se trasmuta en una orientación completamente distinta, en la que progresivamente va ganando terreno la imagen de lo grotesco, lo terrorífico e incluso lo repugnante, con la intención abierta de provocar sin indulgencia al espectador. Ya ocurre así con sus homenajes femeninos a la Historia del arte, serie de retratos en los que la mujer se representa como personajes famosos de las obras de arte, así la Fornarina de Rafael o la Judith de Boticelli, pero lejos de representarlas como aquéllas, las transforma completamente, reproduciéndolas desnudas o embarazadas y envueltas en entornos siempre provocativos.

Pero aún dará un paso más en este camino hacia lo abyecto con la que fustigar al espectador para ahondar de esta forma en la crítica al trato y la condición de la mujer. Así, las fotos que realiza a finales de los ochenta, en las que proliferan comidas que se pudren, penes de plástico rociados de ketchup e incluso mezclas repugnantes que provocan arcadas. Es la plasmación culminante de lo feo en el arte como elemento de expresión y como símbolo. En la misma línea se incluyen también sus series conocidas como Sex pictures, en las que toca el tema sexual pero con la misma estética truculenta: muñecas sexuales desmembradas, sexo con armas, sexo con máscaras terroríficas, etc. Las fotos se han hecho mucho más grandes y el blanco y negro de las primeras años ha dado paso a un color rutilante y chillón con el que subrayar el tono agrio y agresivo de sus fotos, que últimamente reinciden en el tema terrorífico que parece haberse convertido en uno de sus principales referentes. Tampoco es el único. Sus fotos insisten en la crítica al papel de la mujer en la sociedad actual, pero no es ajena tampoco a la crítica social más amplia, objetando de las tiranías de la publicidad, la moda o los medios de comunicación, tratando igualmente temas relacionados con la violencia, la política o la sexualidad, utilizando como vehículos de expresión imágenes relacionadas con los medios de comunicación de masas, más directos y fáciles de entender En cualquier caso, la fotografía de Cindy Sherman no nos deja indiferentes. Es otra forma de entender la imagen, que algunos han relacionado con el arte Conceptual y más lejanamente con el Surrealismo, y que se relaciona también con el trabajo de otras mujeres que en muchos sentidos coinciden con ella, caso de Bárbara Kruger, Mona Hatoum o Jenny Holzer. Aunque como hemos dicho, lo más importante es que no se tata de una fotógrafa con aspiraciones artísticas, se trata de un artista que utiliza como instrumento la fotografía.

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