Jean Jacques Ribi

  Arte Digital  el historiador, crítico de arte y ensayista alemán Erwin Panofsky señaló que "el artista debe ser ojos, oídos y voz de su tiempo". Actualmente nos encontramos ante una era cuya base es la electrónica; los recursos tecnológicos están al alcance de la mano, de ahí que no sea extraño que se involucren elementos digitales en la creación de las obras de arte , dejando de lado la paleta y los pinceles para utilizar el mouse, pasando a ser parte de una disciplina conocida como Arte digital.Uno de los exponentes en Panamá es Jean Jacques Ribi Nacido en Italia en 1975, de padre suizo y madre panameña, Jean Jacques Ribi siempre se ha considerado extranjero en cada país que reside o más bien un "ciudadano del mundo".

"Me di cuenta que cualquier imagen, dibujo, foto u objeto fotografiado podía ser parte de mi obra; con esta conclusión empecé un periodo experimental muy largo que llamé "cualquier cosa", donde el único objetivo era poder mezclar de manera harmónica cualquier estilo visual y especialmente cultural, conciente de que la búsqueda del "lenguaje universal" había estado enormemente facilitada por el suporte virtual.

En verdad el arte no es digital: el arte sigue siendo natural expresión de la realidad contemporánea. Si hay interferencias digitales en el arte es porque vivimos una vida digital, profundamente integrada con la inteligencia artificial que representa hoy una extensión directa de nuestra mente. La complejidad de la vida ha crecido y necesitamos soportes externos para almacenar y poder manejar un flujo de informaciones que ya no caben en nuestro cerebro.
Por mi parte, empujo para la integración en un solo ser entre hombre y ambiente, entendiendo como ecológico no sólo la relación con la naturaleza, sino también hacia las personas con sus sentimientos, ideas y fallas... Más que ambientalista, soy simbiótico.
Para que el arte sea auténtico, el artista tiene que llegar a reflejar (no ilustrar) su alma en la obra. Cuando esto pasa, es como otorgar una calidad especial a la pieza, transformándola en algo mucho más grande que la suma de sus componentes: un potencial espejo anímico para el observador.


Como Platón decía: el hombre adquirió conciencia de sí mismo al ver su imagen reflejada en el agua, eso mismo le puede pasar a un alma en frente de una obra auténtica. En este contexto, el artista se vuelve como una antena que capta las verdades del hombre que no tienen palabras; como explorador se adentra en las vidas percibiendo una realidad que no se ve.
Así como hay música viajando invisible en el aire y hace falta un radio con su antena para escucharla, de igual manera hace el artista para los demás.


Es un proceso análogo, traducido en digital. Se empieza con la foto del modelo en la posición deseada y luego se toman las fotos de los materiales u objetos que se quieren integrar: una foto por cada detalle, color, reflejo y transparencia.
Luego se editan juntas en Photoshop, moldeando el objeto encima del cuerpo, armonizando las dos realidades, haciéndolos coincidir en los puntos que más caracterizan ambos elementos.


Una obra es en media la edición de 20 fotografías, y en muchos casos se superan los 80 layers. Nada está dibujado, el resultado final es una foto real de la realidad virtual.

Aunque parezca absurdo, el feeling que tengo es un poco como si pintara al óleo: en lugar de la tablilla de colores, tengo una de fotos y el pincel tiene botones.n la producción interactúo con el mundo real, tomando fotos y grabando los elementos necesarios. Esta parte puede volverse emocionante, al estar por ejemplo a 2 metros de un águila que podría arrancarte la cabeza; digamos que generalmente satisface mi espíritu de "aventura exterior".

En la post-producción, entro en Photoshop y me pierdo en el virtual. Generalmente de noche, es el momento donde puedo de verdad soltar las riendas, y llevar al límite mi espíritu de "aventura interior". En esta fase seguro que he vivido las experiencias más deslumbrantes.
A mi me inspira casi cualquier cosa, la televisión, los libros, la gente, las películas, las conversas nocturnas y en ocasiones el rostro de una mujer interesante.
 "Pacha Mama" (exposicion reciente en Panama)
En el momento en el que perdemos conexión con la Tierra, vamos a quedar desamparados. Así piensa el pintor Jean Jacques Ribí

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