Monika Sosnowska

La joven artista polaca Monika Sosnowska (Riky, 1972) dio el salto a la escena internacional en la Manifesta de Frankfurt, en 2002, con un proyecto en el que el visitante podía caminar abriendo y cerrando puertas por un trayecto laberíntico que indefectiblemente llevaba de nuevo al punto de partida. El año siguiente participó en una de las secciones de la Bienal de Venecia dirigida por Francesco Bonami. Su intervención era un pasillo larguísimo en apariencia pero que, en la práctica, resultaba intransitable. Más tarde, ha realizado proyectos en lugares como la Serpentine Gallery o De Appel.

En el espacio de proyectos del MUSAC, Monika Sosnowska ha realizado una intervención -su trabajo es un claro ejemplo del site-specific- llamada The Corridor, en la que vuelven a darse cita todas las premisas en las que se sustenta su trabajo, desde la reflexión en torno a la arquitectura a la obstinada inclinación hacia el trampantojo, más radical aquí que nunca, y la deformación espacial (y las consecuencias físicas y psíquicas que éstos producen). En este proyecto, la artista consigue sumir al visitante en una breve aunque desconcertante confusión, una inquietante sensación de desequilibrio. Un pasillo enmoquetado se abre delante de nosotros. Giramos noventa grados a la derecha y cuando llegamos a la pared del fondo, el camino sigue, por el muro vertical. Lo vemos pero no podemos acceder a él a no ser que queramos trepar. En esta intervención, nuestra situación es vacilante, la realidad incierta y la relación entre tiempo y espacio, resbaladiza y dramática. (Javier Hontoria)









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