Christian Vinck




La pintura de Christian Vinck (Maracaibo, 1978)" supone la revelación de una voluntad expresiva en torno a pequeñas cosas.Dicho de esta manera, parecería que Vinck asume su oficio como un ejercicio por contar lineal y progresivamente historias menudas. Nada mas ajeno a este trabajo intenso y voluntarioso, que no se surge ni de una culta estrategia intelectual en torno a la actividad pictórica ni de su capacidad de representación, sino que la aborda como un gesto desbocado y frenético, que recoge la potencia fabuladora y quimérica que el artista le concede al dialógico mundo de sus objetos. 




 














Vinck los describe verbalmente como si contara pequeños cuentos, breves y dislocados, como sentencias dictadas desde el absurdo o la ensoñación. Sus pinturas se alzan (en su dimensión fragmentaria, instalativa y sincrónica) como "frases" visuales. De este modo, la reunión de sus pinturas, o al menos el diálogo que nosotros podemos establecer a partir de un conjunto de ellas, nos comprometen a completar nuestra particular historia, en el territorio libertario y atemporal de la imaginación, situándonos en el mismo espacio frenético e ingenioso de donde surgen estas dulces pero agudas imágenes poéticas.


En el horizonte artístico venezolano de nuestros días, la obra de Christian Vinck apuntala una refrescante y novedosa reformulación de la pintura y a su vez recupera desde la intensidad y la sencillez, la naturalidad de la imaginación y la fantasía: lógico origen y postrer destino de la creación artística".(Carlos Palacios)
Recientemente seleccionado para participar en la próxima edición de la Bienal de Sao Paulo,

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