Bienal de la Habana

Tania Bruguera performans

El viernes comenzó la 10º edición de la Bienal de Arte de La Habana, cuyo objetivo este año es establecer un diálogo entre el arte consagrado y el arte nuevo, bajo el lema Integración y Resistencia en la era global.

Bruguera preparó un podio con un micrófono frente a una cortina roja en el Centro Wifredo Lam, un espacio oficial de exposición de arte y una de las sedes de la bienal. Dos actores vestidos con el uniforme militar del Ministerio del Interior, la agencia a cargo de espiar las actividades de los cubanos, flanqueaban el podio sosteniendo una paloma blanca.

Bruguera permitió que las personas de la audiencia, que asistían de pie, se acercaran al micrófono y dijeran lo que quisieran por sólo un minuto. Mientras las personas hablaban, los actores colocaban la paloma blanca en sus hombros.
Al parecer, el performance se burlaba de un histórico discurso de victoria de Fidel Castro dado el 8 de enero de 1959, en el cual una paloma blanca se posó en el hombro de Castro, lo cual fue visto por muchos como una señal del reconocimiento divino.

En el performance de Bruguera, la paloma parecía volar a veces de los hombros de las personas, y los actores de uniforme la obligaban a regresar.

"Fue algo fuerte, fuerte'', dijo el artista cubano Glexis Novoa, quien reside en Miami, y que añadió que había recibido un correo electrónico de un amigo artista en Cuba que le dijo: "Hoy, parecía que estábamos en Miami y no en La Habana''.

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