INTEMPERIE



Texto curatorial por Alfons Hug (Curador General - Edición 2009)

“... Lluvia y más lluvia, ayer sin cesar, y ahora mismo vuelve a empezar. Mirando en línea recta ante sí, uno diría: va a nevar. Pero esta noche me ha despertado un rayo de luna sobre la hilera de libros en un ángulo de la habitación; una mancha que no iluminaba pero que cubría de un blanco de aluminio el lugar donde se reflejaba. Y la habitación estaba llena de fría noche hasta en sus últimos rincones. En cambio la mañana clara. Por doquier un viento este, que en líneas desplegadas penetra la ciudad, por lo espaciosa que la encuentra. Enfrente, al oeste, empujados, impelidos por el viento, archipiélagos de nubes, grupos de islas, grises como las plumas del cuello y el pecho de aves marinas en un océano de frío azul incipiente, de una felicidad demasiado remota. [Rainer Maria Rilke, Cartas sobre Cézanne, 1907]
En el pasado el tiempo era simplemente tiempo. Olía a heno seco y a la goma húmeda de las botas. Al común de los hombres y a los artistas se les revelaba en forma de una pintoresca puesta de sol o de sublime nieve acumulada. En una reunión con extraños el tiempo facilitaba el comienzo informal de una charla, y en caso de impuntualidad servía de disculpa amable: es que la lluvia…

El tiempo era una especie de segunda piel para los hombres, y a pesar de las inclemencias meteorológicas ocasionales uno se sentía parte de un orden mayor dentro de la naturaleza.

Sin embargo, ahora el tiempo ha devenido en clima, una entidad física anónima, de amedentradora naturaleza y capaz de desatar en todo momento la catástrofe. El cambio climático ha transformado el tiempo en intemperie. El clima es tiempo falto de poesía y estética. A diferencia del tiempo, el clima carece de aura.(2da Bienal del Fin del Mundo el 19 de Enero al 31 de Mayo de 2009 | Río de Janeiro | Antártida | San Pablo | Ushuaia (Sede Oficial) | El Calafate | Rosario

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