Cao Guimaraes

Cao Guimaraes, nacido en 1956 en Belo Horizonte (sureste de Brasil)









El fotógrafo y cineasta brasileño Cao Guimaraes expone hasta el 14 de mayo, en la galería parisina Xippas, tres series de fotografías y cinco cortos realizados durante los últimos diez años. En las cuarenta fotos y los cortometrajes del brasileño se destaca la capacidad de Guimaraes de ver en lo cotidiano, en la vida urbana, los detalles que la gente ya no ve, destacaron los organizadores. El artista se fija en particular en su serie "Gambiarras" (bricolajes) en los "bricolajes" de los brasileños frente a las dificultades financieras, en su desenvoltura, su habilidad para arreglar cualquier objeto, para "remendar" elementos rotos con herramientas sencillas, señaló Efe. De hecho, una pinza de la ropa sirve para todo, como para sujetar una partitura en la espalda de un músico en una fanfarria, o para conectar los cables de un coche; las chapas de cerveza se convierten en peones para jugar a las damas, una patata con un palillo permite pinchar facturas, una nuez de coco es una almohada y el tradicional lápiz retiene el pelo de una mujer... La serie "Mediodia: Melo" muestra columpios abandonados a la hora del almuerzo; la composición se transforma en una colección estética de estos juegos de madera, hierro y cuerda de todos los colores. Las películas de Guimaraes también destacan en una escena al parecer banal, una especie de poesía, sin crítica a la sociedad o militancia, como en "Da janela do meu quarto" (Desde la ventana de mi habitación), donde se ve a dos niños peleando en el barro bajo la lluvia: uno es más grande y más claro que el otro, como si fuera una alegoría del mestizaje de Brasil. Más allá de un documental, esas muestras de lo cotidiano que sabe reunir Guimaraes, él las sublima para revelar su belleza, su inteligencia y su sentimiento. Otro cortometraje muestra por ejemplo el vaivén de unas cadenas contra un poste, movido por el agua en un puerto de Venecia; la película que dura unos minutos tiene algo de erótico y sexual sólo al ver cómo esos elementos mecánicos se mueven y parecen acariciarse entre ellos. (El Universal)

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