El arte como fuente de "iluminación" centrará la Bienal de Venecia

La función del arte como fuente de "iluminación" e inspiración en un mundo cada vez más globalizado es el punto de partida de la 54 edición de la Bienal de Venecia (noreste de Italia), que se celebrará del 4 de junio al 27 de noviembre.
Bajo el lema "ILLUMInazioni-ILLUMInations", la Bienal representa "un espíritu que traspasa los confines nacionales en una época en la que los artistas tienen una identidad poliédrica", según su comisaria, la historiadora suiza Bice Curiger.
Tres dibujos de Tintoretto, uno de los mayores exponentes de la pintura veneciana, darán la bienvenida a los visitantes en la sala de ingreso del Pabellón Central, punto neurálgico de un recorrido único que abarca la zona de los Jardines y del Arsenal y en el que se podrán ver las obras de 82 artistas de todo el mundo.
Por el momento, no han sido desveladas qué piezas del genio renacentista serán expuestas pero sí su objetivo: "Desafiar las convenciones de una exposición centrada en el 'hoy'" y "establecer una relación artística, histórica y emocional con el contexto".
Y es que, según reconoció Curiger, durante la multitudinaria rueda de prensa de presentación celebrada hoy en Roma, ha querido incluir "cosas que normalmente se habrían quedado fuera" de un evento de este tipo.
Junto a las obras de Tintoretto, esta edición cuenta con una novedad bautizada por su comisaria como "parapabellones". Cuatro estructuras arquitectónicas y escultóricas realizadas para la muestra, que acogerán en su interior el trabajo varios artistas.
Una forma más de unir a las culturas representadas en la Bienal y en la que tendrá un papel activo el español Asier Mendizábal, quien está previsto que exponga su obra en el interior de una estructura diseñada por el estadounidense Oscar Tuazon.
"Illuminazioni se concentrará en la luz generada en el encuentro con el arte, en la experiencia iluminante. En el título resuena también el eco de la edad del Iluminismo, poniendo de manifiesto la herencia que ésta nos ha dejado", comentó Curiger.
La muestra estará acompañada por 88 participaciones nacionales, una cifra récord a pesar de los tiempos de crisis que corren, entre las que se incluyen este año por primera vez Andorra, Arabia Saudí, Bangladesh y Haití.
Con un presupuesto de 13 millones de euros, esta 54 edición de la Bienal es, entre otras cosas, el resultado de un "gran esfuerzo de autofinanciación", explicó su presidente, Paolo Baratta.
De nuevo los pabellones nacionales representarán las distintas realidades que la muestra central pretende unir.
"Un pabellón nacional puede convertirse en un sismógrafo de lo que está sucediendo", al tiempo que es la "clave de lectura de las distintas realidades", explicó Baratta.
Por ello, destacó la ausencia de países del norte de África en esta edición como consecuencia de la situación de tensión que se vive en muchos países de la zona.
Entre los países presentes están España, Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, México, Uruguay y Venezuela, así como artistas de Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú o República Dominicana que expondrán sus obras en el pabellón del Instituto Ítalo-Latinoamericano de Cultura.
La Bienal se sustentará, además, en exposiciones colaterales en varios puntos de la ciudad y en actividades formativas, entre ellas "Biennale Sessions" dirigidas a estudiantes universitarios y de disciplinas artísticas y el ciclo de conferencias "Meetings on Art".
(Agencia EFE)

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