Lara Almarcegui

 
Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972,) investiga la relación entre la naturaleza y el paisaje urbano. Recientemente se pesan y registran los espacios abiertos de diferentes ciudades.

Desde siempre, teóricos e historiadores se han preguntado por los límites y el origen del arte, dónde se prepara el surgimiento de la imagen pictórica y el marco físico que la aísla, relegándola a un lugar más allá del cual se libera el mundo real. Leon Battista Alberti nos recuerda los orígenes de la representación: “Solía decirle a mis amigos, de acuerdo con la sentencia de los poetas, que el primer inventor de la pintura había sido aquel Narciso convertido en flor; y dado que la pintura es la flor de todas las artes, así la historia de Narciso se acomoda a nuestro propósito perfectamente. Pues, ¿qué es pintar, sino abarcar con el arte la superficie de una fuente?” (De Pictura). 





 
     Al contemplar un "monumento" en su lugar originario (tal como hacemos frente a un templo o una catedral) el mundo al que pertenecían ha desaparecido con el paso del tiempo. Las obras ya no son lo que eran, aunque se nos vengan encima como "seres que ya han sido". En la obra que nace siempre está presente la tierra como ocultante protectora. Los earthworks de Lara Almarcegui – sus antimonumentos- ilustran a la perfección la naturaleza del marco artístico y el “tiempo como decadencia”. En 2008, la artista “pesó” los Materiales de construcción de la ciudad de Sao Paulo como crítica al crecimiento acelerado de la ciudad. En “Montaña para Benlloch: Tierra de las obras del gaseoducto”, producida en 2012 por el EACC de Castellón, llevó a su término la transformación de la escultura, que pasa de un ideal monumentalizado y estático a un objeto o masa en movimiento temporal y material.
     Para construir su montaña, Almarcegui reutilizó el material bruto de la naturaleza, la tierra sobrante de las excavaciones hechas para construir un gaseoducto de 6 kms. que transcurre paralelo a la carretera VC10 en una franja de terreno de 26 metros de ancho en el término municipal de Benlloch, en unos campos dedicados en su mayor parte al cultivo de cereal, viñedos, almendros y olivares. El volumen de la obra era el mismo que el del material que había quedado tras las excavaciones, 150 m3 de tierra del subsuelo, y estaba compuesto de arcillas arenosas, limos y piedra caliza, que es el tipo de material de construcción habitual de la zona. En este acto de descentramiento, el observador se proyecta en el espacio de una escultura que con el tiempo se transforma, cubriéndose de vegetación, suavizando su forma a medida que el montículo se mezcla con el terreno y desapareciendo finalmente por su propia dinámica entrópica. 

El cuerpo del espectador es el tema de esta obra expandida, aun cuando esta escultura se compone simplemente de varios cientos de kilos de tierra. Porque se trata de entender cómo afecta a una comunidad el paso de las grandes infraestructuras y cómo una población se relaciona con los detritos de su pasado. “Montaña...” es también una alternativa a la imagen estática que nos proporciona la postal de un enclave determinado. Sólo mirando lo que estaba oculto bajo nuestros pies podemos formarnos una imagen del espacio que habitamos, ese espejo del que extraemos una imagen diferente de nosotros mismos. El subsuelo, con toda su historia y prehistoria, se incorpora al nuevo formato artístico, una nueva pintura refleja nuestra imagen con un sentido y motivo nuevos. Abarcar la superficie de una fuente.
 Lara Almárcegui es una de las artistas españolas con mayor presencia internacional. En su obra parte de la investigación de la ciudad contemporánea y de sus ruinas modernas: edificios abandonados o en vías de transformación, descampados, huertas y espacios desocupados que, si bien se insertan en el paisaje urbano, son habitualmente considerados como ajenos al mismo. Ha participado en algunos de los eventos internacionales de arte contemporáneo más importantes de la última década, gracias a proyectos como sus guías de ruinas en Holanda o Borgoña, sobre descampados urbanos en Londres o Sao Paulo o trabajos con montañas de escombros en Viena o Dijon. Representará a España en la 55ª Bienal de Arte de Venecia en 2013






 

Comentarios